El caballero equivocado by Louise Bay

El caballero equivocado by Louise Bay

autor:Louise Bay [Bay, Louise]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Erótico, Romántico
editor: ePubLibre
publicado: 2019-01-16T00:00:00+00:00


23

SKYLAR

Andar de puntillas no servía de nada —⁠si alguien iba a pillarme, era porque me veía⁠—, pero lo hice de todos modos. Faltaban unos minutos para las siete. A lo mejor tenía suerte y el resto de la tripulación todavía estaba de fiesta. Incluso aunque no fuera así, si era afortunada, todos iban a estar durmiendo aún, y yo iba a poder regresar al yate y acomodarme en mi litera antes de que la gente se levantara. El permiso de veinticuatro horas no terminaba hasta la hora de comer.

Bajé sigilosamente las escaleras hasta la zona donde estaban los camarotes de la tripulación, feliz de ver que el yate parecía el Marie Celeste, que habían encontrado vagando por el mar sin nadie a bordo. Solo me faltaba encontrar mi camarote vacío, y nadie iba a darse cuenta de que había estado fuera toda la noche.

Asomé la cabeza por la puerta y me encontré a August en la litera de abajo, de espaldas a la puerta. Mierda. Tenía que pensar algo con rapidez: dónde había estado, con quién y por qué me había quedado fuera toda la noche. Justo lo que había esperado evitar.

—No te creas que no me doy cuenta de a qué hora llegas —⁠dijo August, con la voz espesa por el sueño.

—Shhh, acabo de ir al baño. Voy a volver a la cama.

August se giró y se apoyó en el codo; de repente, parecía la persona más despierta del planeta.

—Voy a tener que llamar a los bomberos: tus bragas están en llamas.

Me reí y negué con la cabeza.

—Cállate y vuelve a dormir.

—No hasta que me digas dónde has estado.

Necesitaba más tiempo. Tenía la cabeza demasiado confusa por la noche anterior como para pensar en excusas creíbles. Me bajé la cremallera del vestido y me puse el pijama.

—Por ahí. Viendo Montecarlo.

—¿Con Landon? —insistió.

Fruncí el ceño.

—¿No estaba contigo? —Me había dado cuenta de que Landon siempre respondía a una pregunta con otra si no quería contestar a alguien.

—Sabes de sobra que no estaba con nosotros.

Me encogí de hombros.

—Bueno, si no me respondes, tendré que preguntarle a Landon yo misma. Quizá delante del chef. O de Peter.

—¡August! ¿Qué ha despertado tu vena mezquina esta mañana? ¿Y por qué asumes que estuve con Landon?

—Venga ya, Skylar, soy tu mejor amiga. Sé que no te gusta ser objeto de cotilleos, y no diré nada a nadie. Solo quiero saber si lo has pasado bien. Me gusta veros juntos, hacéis buena pareja.

Reprimí una sonrisa. August siempre estaba a favor del amor.

—No sabíamos a dónde ibais, así que acabamos tomando unas copas. Eso es todo.

No era una mentira completa. Landon me había hecho beber algo de agua en algún momento entre el tercer y el cuarto orgasmo. ¿O había sido entre el segundo y el tercero? Había dicho que no quería que me deshidratara. Sonreí. Siempre estaba pendiente de mí. Se preocupaba por mí. Nunca había pensado que un hombre pudiera estar tan centrado en mí.

—Dime…, ¿cuántos orgasmos tuviste mientras bebías esas copas? —⁠preguntó, trazando unas comillas en el aire.



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